La legitimidad de una entidad pública se construye permanentemente en entornos dinámicos que requieren de modernización y escucha permanente a la ciudadanía.
Para mantener e incrementar su credibilidad con eficiencia, ética e integridad, las instituciones gubernamentales tienen la misión de responder a las demandas de la sociedad en clave de necesidades y problemáticas cambiantes.