Esta fue una de las primeras iniciativas impulsadas en el Honorable Tribunal de Cuentas. Fue financiada por el Banco Mundial en el marco del Proyecto de Fortalecimiento en el año 2011/2012, lo cual permitió contratar una firma de auditoría que llevó a cabo una reingeniería de procesos, fortaleciendo la metodología de trabajo utilizada, así como incrementando las capacidades del personal. Esta mejora se potenció con la incorporación de una herramienta informática que permitió fortalecer las funciones de planificación y ejecución de las auditorías, administración de los papeles de trabajo, estimación de tiempos, seguimiento y monitoreo del trabajo. Esta iniciativa consolidó las metodologías aplicadas y fue un antecedente relevante para el Banco Interamericano de Desarrollo al momento de otorgar la elegibilidad como auditor de proyectos.